En veloz réplica a la disposición del gobierno argentino de exigir declaraciones anticipadas de importación en su territorio, impuesta a partir del pasado miércoles 1 de los corrientes a espaldas de sus pares del MERCOSUR, su homólogo brasileño adopta idéntica resolución, instalando una oficina de fiscalización de las importaciones. Golpe por golpe, la estrategia de los trogloditas, que desconocen las bondades del diálogo civilizado y constructivo, más todavía entre países integrados e insertos en la modernidad globalizada.
La Presidencia de la Delegación de Paraguay en el Parlamento del MERCOSUR alerta que el proteccionismo en su máxima y dañina expresión se adueña del MERCOSUR, hallándose a milímetros de desencadenar una sanguinaria guerra comercial entre los mayores miembros de una alianza regional cuyos componentes menores son simples convidados de piedra, meros e inermes espectadores que desde las plateas contemplan los aprestos de batalla entre forzudos pero irreflexivos contendientes.
En este calamitoso episodio, Argentina estelariza el rol del sagaz ofensor, mientras que Brasil protagoniza el papel del casto ofendido, aunque con esta caústica frase no pretendemos de modo alguno exculparlo, dado que el requerimiento del momento apremia consensuar medidas que beneficien al conjunto y a las partes por igual, y no erradas y suicidas providencias de contraataque que avivarán las divergencias antes que sofocarlas.
Los titanes de nuestro bloque regional mantienen intensas, fructíferas y archimillonarias relaciones de intercambio en una enormidad de rubros desde tiempos inmemoriales, por lo que deviene incomprensible el beligerante talante argentino que si bien apunta a la egocentrista maquinación de proteger su industria nacional y sus puestos de trabajo, en los hechos el balance final les exhibirá una áspera y deficitaria realidad financiera muy opuesta a los que sus talentos económicos se proponen.
De no suavizarse o revocarse esta espeluznante creatividad del gobierno de Buenos Aires, como es natural vaticinar el próximo desastre argentino arrastrará consigo a todo el MERCOSUR, siendo Paraguay, ¡cuándo no! , el más apaleado por los ingentes quebrantos en metálico para el empresariado, el Estado, los obreros, y la sociedad local en general.
Brasil, en vez de responder con feroces gruñidos a la provocación de su vecino, echando mano a la monstruosa Ley del Talión del ojo por ojo, diente por diente tendrá que interponer inicialmente expedientes de amistosa persuasión para desalentar los despropósitos argentinos. Cuenta con poder suficiente para ello.
En consecuencia, la Delegación de Paraguay en el Parlamento del Mercosur insta a las Presidentas Cristina de Kirchner y Dilma Rousseff a abordar el enojoso asunto en el ámbito del MERCOSUR, seno idóneo y legítimo para debatir y enmendar desaciertos onerosos que sin discriminaciones lesionan severamente a emisores y receptores.
Asimismo, exhorta al Ejecutivo argentino excluir inmediatamente a sus consocios del MERCOSUR del montón de prevenciones proteccionistas que como la actual agrede los intereses de los exportadores del Mercosur y a su propio negocio de importación.-
Febrero de 2012
Parlamentario ALFONSO GONZALEZ NUÑEZ
Presidente – Delegación de Paraguay
Parlamento del MERCOSUR